martes, 3 de febrero de 2009

Espacios Vacíos

Espacios Vacíos


He bajado de la cruz,
he roto las cadenas,
he salido de la caverna,
guiado por la luz.

He roto los puertas
y los vitrales de mi templo.
Sólo he dejado en pie
las dulces campanas.

He destruido
las máscaras
de los ídolos paganos
que ocultan la verdad.

He bebido del cáliz,
el néctar y la ambrosía.
Una embriaguez divina
irrumpió en mi corazón.

Las letras muertas
se han convertido
en jeroglíficos vivos
que leen mi mente.

Colores iridiscentes,
sonidos fragorosos,
perfumes aleatorios,
formas siderales.

Todo se ha amalgamado
caóticamente formando
una sinfonía extraña
para advertirme
que un gigante cósmico,
eterno, infinito y omnímodo,
habita en los espacios vacíos.

Elio G.

Jesucristo Urbano

Jesucristo Urbano


En la vereda de enfrente,
en el rincón del mundo,
entre celestes azoteas
y oscuros sótanos,
me encuentro
cargando una cruz
a mis espaldas.
Fulano se burla de mí,
Mengano llora por mí,
Zutano me envidia
(esa es la hermana Humanidad).
No sé realmente quién soy,
de donde vengo y a dónde voy,
sólo sé que tengo un don
que es una maldición.
Es la marca de fuego,
el tatuaje que llevaré
durante todo el camino.
Recibo aplausos por mi valor
y lágrimas por mi suerte
mas también me dan escupitajos
por haberme sacado la mascara.
Son infinitos los espacios,
son eternos los tiempos
en los cuales seré y estaré.
Mejor tomar
un poco de sagrado pan
y una copa de santo vino
para seguir viaje.
Yo soy el que soy,
soy todos y soy nadie,
pero simplemente
y complejamente
soy yo.


Elio G.